Seguro que has escuchado mil veces hablar del AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra). Está en los supermercados, en las recetas y hasta en las noticias de salud. Pero… ¿qué lo hace diferente a cualquier otro aceite?
La respuesta está en tres claves muy sencillas:

Puro zumo de aceituna
El virgen extra no es otra cosa que aceitunas exprimidas. Sin mezclas, sin químicos, sin trucos. Se recoge el fruto, se lleva al molino y de ahí sale el aceite, tal cual. Eso significa que conserva todo lo bueno de la aceituna: sabor auténtico, aroma fresco y propiedades naturales.
Prensado en frío
Para que ese sabor no se pierda, el aceite se extrae a menos de 27 °C.
Este detalle puede parecer pequeño, pero marca la diferencia: los antioxidantes, las vitaminas y ese aroma tan característico llegan intactos a tu mesa.


Cero defectos
No basta con ser natural. Un aceite para llamarse “virgen extra” debe pasar controles muy exigentes:
- Una acidez máxima de 0,8 %.
- Ningún defecto de olor ni de sabor.
- Un análisis sensorial que confirme que realmente es aceite de primera categoría.
Al final, “virgen extra” significa puro, saludable y sabroso. Y cuando además proviene de variedades locales y limitadas como la nuestra, se convierte en algo único.
👉 “Ahora que conoces qué hace único al AOVE, pruébalo en nuestra tienda.
VeraOliva: Nuestro toque especial
En VeraOliva damos un paso más: nuestro aceite no solo es virgen extra, sino que procede de la variedad Manzanilla Cacereña, típica de nuestra zona.
Esta aceituna es conocida por su perfil suave, afrutado y equilibrado. El resultado es un aceite versátil, que realza lo mismo una ensalada fresca que un guiso casero.